sábado, 20 de junio de 2009

EL CINE - Breve recorrido biográfico


El alma de
todas las cosas
Recuerdo un 31 de diciembre, en Buenos Aires, tendría yo unos 13 años.... un poco de acné, pero no mucho, unos kilos de más que he mantenido a lo largo de la vida con una férrea determinación de vaya a saber qué dioses o genes, y un afán por las películas que se ha mantenido igualmente férreo, al punto de derivar mi vida en la crítica cinematográfica. Y eso que mi padre decía que yo tenía "pajaritos en la cabeza". Puedo decir con orgullo que esos pajaritos han puesto el pan en mi mesa muchas veces. No es poco.
Ese 31 de diciembre se había organizado una cena en mi casa que incluía a la vecina del departamento que quedaba justo delante del nuestro. Blanca, quien ya falleció, no tenía hijos, era camisera, de las buenas, hacía esas camisas de calce perfecto y a veces me mandaba con paquetes envueltos en papel madera a la ojaladora, que vivía en la misma manzana, porque no me dejaban cruzar la calle sola. Y yo obedecía... Todo ese mundo ha desaparecido.
Como en mi casa había mucha ruido y gente, le pedí terminar de ver la película que pasaban en TV en su comedor. Era "An affair to remember"... y se hacían las 22,45 hs.... y las 23,15 hs... y mi madre y mi padre venían, alternativamente, a buscarme para la cena.... y yo, secándome las lágrimas y disimulando les contestaba: "ya termina, ya termina"... Creo recordar que terminó antes de las 12. Se enojaron mucho conmigo. Pero yo tuve mi final feliz...
De estas escenas está construida también nuestra historia personal. Las películas y los libros le dieron una dimensión diferente a mi vida... la hicieron más rica, con mayor espesor, despertaron la sensibilidad, me ayudaron a comprender emociones complejas (mías y ajenas) en un mundo que era, y sigue siendo, superficial y mezquino.
A los 11 años rechacé ir a tomar un helado, estaba viendo: "Ninotchka", con Greta Garbo... y Garbo reía... Más tarde me escaparía de la clase de inglés para ir hasta el centro, que era lejos -yo vivía en un barrio, Floresta- es que daban ciclos de cine en la Sociedad Hebraica, y yo quería escuchar las voces de los actores, porque en televisión las películas eran dobladas. Y Garbo talks.
Admiraba y admiro a Barbara Stanwyck, a Alfred Hitchcock, a Gregory Peck, a Susan Hayward, a Billy Wilder, a Anatole Litvak... Después vinieron Bergman y Truffaut y Visconti y Woody Allen y Tarkovsky y Coppola.
Hoy reparo en el cine de los hermanos Coen, en las películas de Stephen Daldry (Las horas, El lector, Billy Elliot), en Frances MacDormmand, en Sean Penn, en Clint Eastwood, en Merryl Streep, en Judy Davies... El cine sigue dándonos para pensar....
Pero, como dijo Deborah Kerr cuando recibió su Oscar "from the bottom of my heart" hay películas que me son entrañables: Rebecca, Rojo atardecer, Testigo de cargo, El tercer hombre, La noche de la iguana, La heredera con Olivia de Havilland y Montgomery Clift, Mesas separadas, en fin, tantas...
Desde aquella adolescente que buscaba en las librerías de la calle Corrientes fotos de películas, hasta esta mujer de 46 años que hace doble click en su computadora y tiene a la mano todas las fotos que quiere para "colgar" en su blog, han pasado muchas olas...pero el cine sigue siendo una luz en medio de la oscuridad, una luz que transparente el alma de todas las cosas.

1 comentario:

  1. Hola ! Gracias por seguir mi blog . Éste se ve interesante y fresco . Además , me resulta todo tan familiar ...
    Un abrazo , volveré por los próximos blogs .
    Ele .-

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